Las PyMEs de Argentina, enfrentan un desafío constante para mantener su competitividad en un mercado cada vez más globalizado y cambiante. Uno de los enfoques estratégicos que ha ganado popularidad en los últimos años es la tercerización de servicios (también conocida como outsourcing)
Esta práctica implica la contratación de proveedores externos para llevar a cabo ciertas tareas o servicios que anteriormente se realizaban internamente, lo que nos permitirá escalar áreas de la empresa en forma profesional, evitando una barrera de entrada y salida alta en caso de que no funcione como se espera.
Acceso a especialización y experiencia:
La tercerización permite acceder a servicios especializados y conocimientos técnicos que de otra manera podrían ser costosos o difíciles de adquirir internamente. Al contratar proveedores externos, las empresas pueden aprovechar la experiencia y el conocimiento de profesionales altamente capacitados en áreas específicas, necesarias para el funcionamiento eficiente de una empresa.
Reducción de costos y flexibilidad:
Uno de los principales beneficios de la tercerización es la reducción de costos operativos. Al contratar servicios externos, las empresas pueden evitar la inversión en infraestructura, equipos y recursos humanos adicionales.
La tercerización también brinda flexibilidad a las empresas. En un entorno empresarial cambiante, las PyMEs pueden necesitar ajustar su tamaño o cambiar su enfoque en función de las demandas del mercado. La tercerización permite a las empresas adaptarse rápidamente a estas fluctuaciones al evitar costos fijos y contratos a largo plazo.
Enfoque en el core business:
Para muchas PyMEs, la tercerización de servicios no solo implica una reducción de costos, sino también una mejora en la eficiencia operativa. Al externalizar actividades secundarias y enfocarse en las actividades centrales que generan valor y les permiten destacarse en el mercado, generamos la oportunidad de concentrar sus recursos y esfuerzos en áreas estratégicas. Al hacerlo se logra una mayor productividad y competitividad.
Acceso a tecnología y recursos actualizados:
Los proveedores externos suelen estar a la vanguardia de las últimas tendencias y tecnologías en sus áreas de especialización. Al contratar sus servicios, las PyMEs pueden beneficiarse de las últimas herramientas, software y conocimientos sin tener que realizar inversiones significativas. Esto les permite competir en igualdad de condiciones con empresas más grandes y aprovechar las oportunidades que ofrece la era digital.
La tercerización de servicios se ha convertido en una estrategia clave para las PyMEs argentinas que buscan mejorar su eficiencia, reducir costos y mantenerse competitivas en un entorno empresarial desafiante. De esta manera, logran centrarse en su área de expertise, generando valor agregado y mejorando la rentabilidad de su empresa.
Por Sebastián Rizza